lunes, 30 de diciembre de 2013

La educación privada también teme por los conciertos futuros ante la incógnita económica y política

Dos profesoras recogen el mobiliario en un aula.
Dos profesoras recogen el mobiliario en un aula
    El sector asume que el 'tripartit' impedirá una cesión de suelo público para colegios

    El proyecto de los CIS se ve ya con recelo por su retraso y los impagos a centros
No sólo los hospitales privados miran con recelo un escenario de vuelco político en la Comunidad Valenciana, ante la posibilidad de perder sus contratos y concesiones sanitarias logrados al calor del PP. También el sector de la enseñanza privada está pendiente de un hipotético desembarco del tripartit en el Palau de la Generalitat. En juego está el futuro de la red concertada que el Consell prometió impulsar con los llamados centros de iniciativa social (CIS).

Eran, de hecho, una de las principales promesas electorales de los populares en las pasadas elecciones y que, sin embargo, están ahora paralizados. La cesión de suelo público a la iniciativa privada para la construcción de colegios concertados ha chocado con un caos burocrático, como admiten fuentes de la Conselleria de Educación.

Y si se pretendía acabar la legislatura con alguno de estos centros construidos, a día de hoy prácticamente ninguna voz en el sector de la enseñanza privada confía en que esto pueda ser así. Se teme, por tanto, que un proyecto visto con buenos ojos desde el principio por empresarios de la enseñanza pueda quedar aparcado en un cajón si hay un cambio de gobierno a partir de 2015.

No en vano, los CIS han sido muy criticados, además de por toda la oposición, por buena parte de la comunidad educativa que ha visto en esta cesión de suelo a la concertada un intento de privatización de la enseñanza. Nadie duda de que un cambio político puede dejar aparcado en un cajón un proyecto semejante. Sobre todo teniendo en cuenta el retraso. 
elmundo