El nominalmente responsable de la campaña a las europeas aprovechó ayer la jornada parlamentaria del Grupo Parlamentario Popular para tomar la palabra y, con una guasa celebrada por muchos diputados, poner nombres y apellidos al diagnóstico de cuanto sucede en el PP: Font de Mora es médico forense.
«Pese a que soy monógamo heterosexual reconocido -comenzó su arenga-, el presidente me llamó y me dijo que quería que fuera el capitán de las europeas porque soy muy activo. El presidente me confesó que él estaba enamorado de Serafín, así que yo me he tenido que enamorar de Serafín;y todos nos tenemos que enamorar de Serafín; y el presidente se tiene que enamorar de Rajoy; y todos nos tenemos que enamorar del PP».
La carga de ironía puso el acento en un análisis y una queja extendidos y comentados en privado por cada vez más militantes y altos cargos del PP, pero que nunca nadie hasta ayer se había atrevido a exponer a las bravas:el presidente, enamorado de su secretario general y conseller de Gobernación, toma decisiones condicionado por esta pasión que, además, son lentejas, debe extenderse a todo el partido pues pase lo que pase se trata de un sentimiento indeclinable.
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