jueves, 16 de octubre de 2014

Ecología-Verdes por Paterna pide cuentas a la Generalitat sobre la incidencia del tomicus en el Parque natural del Turia

Es la Generalitat, el Consell, dada la inoperancia de la Consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente Isabel Bonig, es quien tiene la máxima responsabilidad de velar por la salud de la flora y la fauna del Parque Natural del Turia, un espacio protegido de un valor estratégico y medioambiental incuestionable para el área metropolitana de Valencia, así como de los pueblos que integran dicho parque natural.

Ecología-Verdes por Paterna, dada la incidencia que está teniendo la plaga del tomicus en los pinos, pedimos información real de cuales han sido las actuaciones contra este perforador, como el numero, distribución espacial, hectáreas y distancias entre las trampas en las masas forestales de este espacio natural protegido, ya que en la medida que haya escasez de lluvias en este otoño la plaga se tornará más virulenta.

Hay que tener en cuenta que se trataría de intervenciones de urgencia, ya que este Parque Natural ha sido víctima da agresiones importante que han mermado la masa forestal como las talas realizadas por las compañías eléctricas Iberdrola y Red Eléctrica de España que se llevo de cuajo más de 20.000 pinos viables de todos los tamaños.

Ecología-Verdes advierte de la situación del avance del Tomicus que se está dando tanto en el Parque Natural de Calderona y que según fuentes del ayuntamiento de Serra ya son más de 1000 hectáreas infectadas, como por otro lado en el Parque Natural Municipal de Les Rodanes, en los términos municipales de Riba-roja de Turia y Vilamarxante, inscrito dentro del Parque Natural del Turia, viene arrastrando también el problema de esta plaga con más de 200.000 metros cuadrados, o sea 20 hectáreas afectadas de las 582 hectáreas que conforman este parque natural.

Ecología-Verdes por Paterna, y ante esta situación de emergencia exige a la Generalitad que se redoblen los esfuerzos y las actuaciones en cuanto al número de trampas y su extensión para tratar de detener esta plaga que puede acabar con un elevado número de los pinos dentro de las 4.692 hectáreas que se extiende por las comarcas de L'Horta, El Camp de Túria y Los Serranos lo que supone una alteración importantísima del ecosistema del que depende una multitud de individuos y comunidades de la flora, la fauna y micro fauna, esta ultima esencial para animales y la formación de los suelos.

De hecho actualmente solo se están haciendo, por parte de la Consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, trabajos para hacer frente a esta plaga del Tomicus en la zona del parque de Les Rodanes, estando en un abandono total el 90% de los espacios naturales que componen el Parque Natural del Turia.

El Tomicus ataca principalmente a los ejemplares más jóvenes y de menor diámetro, lo que hacer correr un importantísimo riesgo para toda la zona donde se produjo el “gran incendio” de 1994 y que actualmente por regeneración natural hay una gran extensión de pinos jóvenes de las características citadas. Aun se agrava más el problema porque esta zona pueda ser “pasto” para el Tomicus por la apretada densidad de pinos jóvenes al haber desatendido este problema sin los trabajos de selvicultura aclarando la densidad

Para el partido ecologista y social el Parque Natural del Turia necesita un presupuesto mucho mayor que el actual, una mayor dotación de brigadas de mantenimientos que ciframos en un mínimo de 4 brigadas de 5 personas cada una de ellas – actualmente y siempre ha tenido una solo brigada- , mayores recursos materiales, etc. Las dotaciones actuales se pueden calificar de ridículas
Esta realidad no se puede permitir ahora una dejación y una actitud laxa por parte de la Generalitad y el Consell – dada la ineficacia de la consellera Bonig- ante la plaga del Tomicus y la posibilidad real de que su impacto acabe diezmando las masas forestales. El Parque Natural del Turia requiere un cuidado especial por todas las característica únicas que hemos mencionando, más ante una plaga que puede dejar un impacto ambiental difícil de normalizar antes de 20-30 años.