martes, 14 de octubre de 2014

Nueva "marcha atrás" del Ayuntamiento al paralizar seis de las nueve balsas de laminación por las protestas

Los vecinos afectados ultiman una propuesta alternativa para evitar inundaciones en la parte más baja de La Canyada

Las obras de las balsas de laminación de La Canyada para evitar inundaciones se han quedado en la tercera estructura. La presión vecinal y las críticas al proyecto han logrado frenar, por el momento, los trabajos de excavación.

Las máquinas han horadado el terreno en dos de los extremos del parque y ya se aprecian los desniveles de las tres primeras balsas. Pero los trabajos se han quedado ahí, a la espera de que los vecinos afectados envíen al ayuntamiento una propuesta alternativa de actuaciones a realizar para evitar que la zona más baja de La Canyada se inunde cada vez que llueve. Los residentes ultimaban ayer el borrador, tras reunirse de nuevo este fin de semana.

El ayuntamiento de Paterna pretende negociar una solución consensuada con los vecinos, algunos muy críticos con dichas balsas, al considerar que resultarán peligrosas para los vecinos y un foco de basura e insectos.

Prioridades
Para no frenar del todo las obras, lo que podría tener consecuencias económicas para el consistorio y la empresa encargada de los trabajos, los operarios han comenzado ya el rebaje de las aceras de la zona, una de las principales peticiones vecinales para evitar la acumulación de agua en la calzada.

Los técnicos están desmontando más de 300 metros lineales de aceras para dejarlas «al mismo nivel que la calzada e, incluso, en algunos casos un poco por debajo. De momento, se ha priorizado esta actuación que los vecinos habían reclamado y que ya estaba contemplada en el proyecto a desarrollar», recalcaron ayer fuentes municipales.

Si ayuntamiento y vecinos no llegan a un acuerdo, la actuación podría verse sustancialmente modificada. La tala de árboles para la consecución de las balsas ha sido el otro motivo de rechazo vecinal.

«De momento no se van a realizar más balsas que las que están hechas. Si no se ejecutará una parte, habría que buscar soluciones con obras complementarias y mejoras para no tener que llegar a ninguna indemnización que encarezca la solución definitiva», señalaron fuentes municipales.

La otra actuación que sí está a punto de comentar es la construcción de un nuevo cajón de captación de agua bajo el ferrocarril, de hormigón y con una anchura de 4,5 metros, con el objetivo de «incrementar la capacidad hidráulica en el cruce de las calles 133 y 17».

Los vecinos de la 133 y el barranco del Rubio han reclamado «soluciones definitivas y efectivas» que acaben con las inundaciones que suelen afectar a viviendas y garajes si las lluvias son copiosas. Los técnicos explicaron, la semana pasada, el proyecto a los residentes.

Un número «razonable» de vecinos no dio su visto bueno al considerar que tendrá una «afectación negativa a la estética de la zona verde y al esparcimiento vecinal».

Si bien, los ingenieros del proyecto fueron muy claros y explicaron que el proyecto denominado 'Sistema de Drenaje Sostenible de la calle 133' permitirá una reducción «drástica de las inundaciones en la zona». Las balsas de laminación buscan conseguir la «retención temporal del caudal de agua durante los episodios de lluvia torrencial, para derivarlo gradualmente al colector que recorre la calle, mejorando su eficacia».

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